Arequipa. Crimen impune (asesinato de Carlos Guillén Carrera)

A continuación, nota de Correo

TRES SUJETOS LE DISPARARON A QUEMARROPA A UNOS PASOS DE SU CASA, SIN EMBARGO NO LE ROBARON EL DINERO NI COSTOSO RELOJ

Liquidaron al luchador
http://www.correoperu.com.pe/correo/nota.php?txtEdi_id=5&txtSecci_id=12&txtSecci_parent=0&txtNota_id=45019

AREQUIPA | Hace más de 10 años que 3 sujetos acribillaron de 3 balazos al ingeniero agrónomo Carlos Guillén Carrera, a unos metros de su casa en Cayma, acabando así con la vida de un férreo defensor de la ecología y la descontaminación, que Arequipa no ha vuelto a tener.

Hasta ahora se recuerdan las intervenciones de Guillén en numerosos foros y congresos, donde se analizaba el desarrollo de la región y en los cuales él instaba a unirse a su lucha por proteger el ambiente, en especial en Islay, donde consideraba que la contaminación era mayor a causa de emanaciones de la fundición de Ilo.

Ese 2 de octubre de 1998, al empezar la noche, unos tipos trataron de subirlo a un auto, pero se aferró a un poste frustrando su secuestro, aunque recibió los tiros a quemarropa. Un vecino de Los Guindos lo auxilió al hospital PNP y por falta de especialista, fue derivado al entonces IPSS, pero murió en el trayecto.

Desde entonces no hemos tenido un líder que lleve la voz de los pueblos afectados con la contaminación. Y a unas horas del Día de la Tierra, nadie recordó al entusiasta agrónomo que toda su vida luchó por mejorar las condiciones de vida de sus vecinos sureños. No hubieron autoridades preocupadas por nuestro futuro u organismos expertos en temas ambientales que hayan tocado el tema.

Murió a los 65 años, pero aparentaba menos. Era vigoroso, fuerte, muy dedicado a su esposa y 4 hijos, que lo apoyaban en su defensa de los recursos naturales, pues sus plantaciones eran mudos testigos del daño químico.

Luchador social. Fue amigo de todas las autoridades, dirigentes, pensadores y cuanto arequipeño notable destacaba en esa década. El historiador Eusebio Quiroz Paz Soldán lo trató de cerca. "En los 60 nos conocimos en Lima, al terminar sus estudios en la Escuela Nacional de Agricultura, hoy U. Agraria, reencontrándonos en Arequipa. Era dinámico y muy vinculado a su tierra natal, La Punta de Bombón, donde poseía 2 fundos con olivos de la mejor calidad. Sobresalía por su sociabilidad, gran amigo y persona. Se empeñó en buscar la modernidad para su pueblo y ayudó a conseguir el puente Freyre, sobre el río Tambo", sostiene.

Fue sepultado en el Parque de La Esperanza, desde donde seguramente espera que se haga justicia.