miércoles, 20 de enero de 2010

Carlos Tapia: 2010: crece la inseguridad ciudadana

A continuación, la nota de La Primera

Lima, 06 de Enero del 2010

Carlos Tapia

Columnista

http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/2010-crece-la-inseguridad-ciudadana_53994.html

2010: crece la inseguridad ciudadana

Hay que dejar la luz, radio o la TV encendidas para intentar engañar a los amigos de lo ajeno cuando nos alejamos de nuestra casa; aunque no se crea, recomendación dada por la policía para las fiestas de fin de año. Peligro si se saca dinero de la billetera en algún mercado. Nunca comprar a los ambulantes desde las ventanillas del auto; desconfiar de la enfermera que está detrás de nosotros en el cajero automático. Hasta se tuvo que dictar una ley para que las playas de automóviles tuvieran que retirar los conocidos avisos de “No nos responsabilizamos de cualquier pérdida”.

Hablando en oro, los esfuerzos para combatir a la delincuencia común no sólo vienen fracasando estrepitosamente, sino que las propias autoridades nos dan consejos para aprender a convivir con esta cotidiana amenaza a nuestra elemental seguridad. En otras palabras ¡acostúmbrense a vivir así! El propio ministro del Interior nos llama a la calma diciéndonos que lo que existe es un disloque entre la real situación de la delincuencia y nuestra “percepción de inseguridad”, para él bastante exagerada. Y para eso, no se cansa de mostrarnos las cifras de los delitos… ¡denunciados en las comisarías! Y, en un intento de autocrítica -no se rían-, señala que quizás ellos tienen una cuota de responsabilidad por informarle a la prensa con demasiados detalles de los logros policiales en la detención de delincuentes y desactivación de bandas, posible causa del exagerado temor de la población. Así, de lo que se trataría es de un exceso de la propaganda policial. ¿Cómo la ven?

Como se sabe, la lucha contra la inseguridad ciudadana reposa principalmente en la labor policial en coordinación con los municipios y la población organizada para luchar contra la delincuencia del lugar. A diferencia de los cuerpos especializados de la policía -Dirandro, Diroes, Dircote, etc-, el éxito de esta lucha reside en si existe confianza o no entre los vecinos y el personal básico asignado a las comisarías de la zona o distrito de que se trate. ¡Acá está el nudo gordiano! La mayoría de los pobladores, no sólo no tiene confianza en la policía local sino que no pocos tienen temor de ir a la comisaría. ¿Por qué? Son muchas las razones, pero quizás, la principal es que no sienten que la comisaría sea un espacio compartido entre una institución estatal -la PNP- y la población del lugar a la que debe servir.

Sin embargo, puede ser que los pobladores no tengan mucha confianza en los empleados de su municipio, pero, en cambio, es raro que les tengan temor.

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