domingo, 12 de abril de 2009

Muerte por bala perdida: uno de los problemas que trae la delincuencia


Víctimas inocentes de una bala perdida

En Río de Janeiro 75 personas han resultado muertas o heridas por el fuego cruzado entre la policía y los delincuentes durante el primer trimestre de este año

Henrique Mariño, Madrid | 09/07/2008

Bala perdida

Marcello Sales / fazendomedia.com
http://www.adn.es/mundo/20080709/NWS-2207-bala-perdida-brasil-rio-janeiro.html

Cuando los tiroteos entre los traficantes y la policía comienzan a silbar en Río de Janeiro, siempre hay alguien que permanece aterrado y vulnerable en medio del fuego cruzado. Si tiene la desgracia de ser alcanzado por un proyectil, su caso será contabilizado en el apartado de víctima fatal o no fatal de bala perdida.

En el primer trimestre de 2008, 75 personas inocentes fueron acribilladas en el estado de Río (el 65,3% de ellas en la capital), un dato terrorífico en estas latitudes al que los cariocas ya se han acostumbrado. Es más, este año no se presenta especialmente luctusoso si tenemos en cuenta que en el primer trimestre del pasado año hubo 94 víctimas, es decir, un 20,2% menos que en 2008.

Son datos extraídos de un informe elaborado por el Instituto de Seguridad Pública (ISP) de Río de Janeiro, que en su próximo recuento tendrá que dirimir si incluye a Joao Roberto, una criatura de tres años de edad que murió acribillada el pasado domingo cuando viajaba en el coche junto a su madre, Alessandra Amorin, y su hermano de nueve meses.

Aunque en un principio se dijo que podía ser víctima de una bala perdida durante un tiroteo entre agentes y bandidos, la Justicia de Río ha decretado hoy prisión para dos policías militares, quienes según ellos confundieron un vehículo conducido por asaltantes de bares con el de la familia y dispararon sobre él, matando al pequeño de dos impactos en la cabeza.

Según cámaras y testigos, los tiros no iban dirigidos a los malhechores, sino que los agentes dispararon a matar a la familia sin ningún tipo de miramiento. Su automóvil, por ejemplo, no se parecía en nada al de los delincuentes, lo que (ha) vuelto a poner en entredicho las férreas y abusivas formas de la policía carioca.

Niños en el punto de mira

Como Joao Roberto, otro niño menor de 11 años murió este primer trimestre, mientras que dos adolescentes (entre 12 y 17 años) también perecieron de un tiro. Las balas perdidas se cebaron con otros dos niños y seis adolescentes, aunque sobrevivieron a los tiroteos. Casi todas las víctimas se encontraban en la calle cuando fueron alcanzados por el fuego.

La bala perdida no es un concepto jurídico, pero sí una pavorosa realidad que no suele llegar a nuestros oídos hasta que algún desafortunado turista recibe un tiro mientras se toma un chope (o caña de cerveza) en cualquiera de las terrazas que siembran las playas de Leblón, Ipanema o Copacabana.

Entonces, la noticia da la vuelta al mundo, mientras que si la víctima es nativa suele pasar desapercibida, excepto el caso del bebé injustamente acribillado. El Instituto de Seguridad Pública define a la víctima de bala perdida como "la persona que no tiene ninguna participación en un suceso en el que hay disparos de arma de fuego, pero es alcanzada por un proyectil y resulta muerta o herida".

222 víctimas en 2007

"La capital fluminense es el área [de Brasil] que concentra la mayor parte de casos de bala perdida tanto en 2007 como en el primer trimestre de 2008", aseguran los autores del informe, quienes apuntan que el pasado año hubo un total de 222 víctimas sólo en la ciudad de Río, la mayor parte de sexo masculino. Curiosamente, no pudieron constatarse sucesos relacionados con el uso de armas de fuego en el lugar de los hechos.

Río de Janeiro es tan bella como violenta, como reflejan las 1.565 víctimas por homicidios dolosos en los primeros tres meses de 2008, de las cuales un 71,3% correspondían a víctimas por proyectil de arma de fuego, según el ISP. Ocho de ellas murieron por culpa de una bala perdida.

Por otra parte, hubo 18.817 heridos, 503 de ellos por arma de fuego. Un porcentaje significativo, el 13,3%, no tenía nada que ver con el tiroteo que les provocó la muerte, otro tópico carioca que no sale en las guías de viajes pero que los brasileños han sabido reflejar en su arte y cancionero popular, así como en las no menos populares telenovelas.

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