Estrategia policial da frutos y anuncia debut del fuero militar contra la delincuencia común.
http://www.caretas.com.pe/1998/1525/cerco/cerco.htm
Como nunca, en los últimos 10 días el crimen no ha pagado.
Tres peligrosos delincuentes
-Jorge Luis Campos Milla, "Momón";
-Luis Alberto Teves "Chalaco"; y
-Jesús Tacuri González, "Charún"-
han sido capturados uno después del otro, dos peligrosas bandas han sido desarticuladas y cuatro secuestros y doce muertes se han aclarado.
La División Antisecuestros de la policía (DIVISE) es la responsable de este récord anticriminal en el país. Y lo que viene a continuación es el proceso penal, es decir, el juzgamiento a la luz de los controvertidos decretos legislativos sobre seguridad ciudadana.
Los capturados en estos días son firmes candidatos a la cadena perpetua por los delitos de secuestro, homicidio y la flamante figura de terrorismo agravado. A los ojos de la opinión pública, sus acciones ameritan el más drástico castigo, por lo grave de los delitos. Pero todavía está por verse si el mejor corolario para la eficiente labor policial es la mano dura -y en ocasiones injusta- de los tribunales militares.
Luis Alberto Teves, "Chalaco", durante la reconstrucción del crimen de Luis Hochschild (derecha). No se le movió una ceja ni se le arrugó la corbata.
Escribe MABEL BARRETO
EL pasado sábado 11 de junio una zona residencial de Lima estuvo más movida que de costumbre. No por un nuevo y violento secuestro, sino más bien por la antítesis de éste: la captura de una banda de secuestradores en el 172 de la Calle Los Cardos de la urbanización Recaudadores, en Salamanca de Monterrico.
Jesús Tacuri Gonzales, alias "Charún", cayó en la vivienda signada con ese número, ubicada muy cerca de la comisaría de la zona y nada menos que colindante con las casas de dos altos oficiales de la Policía. La Policía lo cercó cuando iba a encontrarse con su esposa y su hijo, como un modesto vecino más.
Otra faceta de la reconstrucción del crimen de Hochschild. "Chalaco" señalando un lugar y rastrillando su arma. El sendero del crimen.MALDITA VECINDAD
Pero él no era ni modesto ni uno más. "Charún" fue el encargado de cobrar el dinero por el alevoso secuestro de Eduardo Hochschild, hijo del asesinado empresario minero Luis Hochschild. A estos crímenes sin nombre agregó una deslealtad delincuencial: no compartió el botín con sus compinches de la banda de "Los Injertos".
Estos no se lo perdonaron. Tanto es así que Luis Alberto Teves, "Chalaco" -miembro de la banda, capturado el 2 de julio como parte de esta cruzada antisecuestros- dio las pistas a la Policía para llegar hasta "Charún", quien ya había invertido el dinero del rescate (dos millones de dólares) en un condominio ubicado en la calle Jerónimo de Aliaga, también en Monterrico.
Digamos que ambos ya estaban en la mira, pues desde el mismo 5 de mayo, día del secuestro de Hochschild, la DIVISE supo que se trataba de "Los Injertos". El 7 de mayo había sido detenido José Marín Peña, alias "Tata", y después de la liberación de Eduardo Hochschild, otras doce personas. De allí surgieron pistas que condujeron primero a "Chalaco" y luego a "Charún".
Coronel Hernani, jefe de la DIVISE. Eficiente labor para cercar a los secuestradores.Los secuestradores han reaparecido en escena, luego de algunas inexplicables excarcelaciones, y han montado organizaciones a todo dar. Viven en barrios residenciales, se desplazan en Volvos, BMW, Mazdas. Sus armas son fusiles AKM, granadas, subametralladoras. No por gusto la Policía también denomina a "Los Injertos" como "Artillería pesada".
CAE MOMON
Pero esta primavera delincuencial parece estar llegando a su fin en los últimos días. El primero en caer ha sido Jorge Luis Campos Milla, alias" Momón", tras la feroz balacera desatada el 5 de julio frente al Bowling de Miraflores, en circunstancias en que el malhechor se disponía a cobrar el rescate pedido por el empresario Paul Hermoza.
A las dos de la tarde y media de ese día no sólo llegó a ese lugar Lisbeth Hermoza, la esposa del secuestrado, sino, también, un grupo de 65 policías, que andaban camuflados entre la gente. Tan pronto se entregó el dinero en una bolsa los policías empezaron a disparar. Un hombre fornido, con barba, y protegido con chaleco antibalas, respondió.
La casa donde cayó Jesús Tacuri Gonzalez, "Charún". No está precisamente en los bajos fondos.Para sorpresa de algunos policías -que hasta ese momento no lo vinculaban con dicho secuestro- era "Momón". Antes de caer, el delincuente hirió al comandante César Barrera, que comandaba el operativo, y al capitán César Vallejo.
Luego, ya herido en el piso, confesó dónde quedaba la casa en la que mantuvo prisionero a Hermoza. Vio también que algunos de los agentes llevaban el mismo mandilito verde que usaban sus víctimas de los últimos meses. Es decir, que se habían disfrazado de cambistas de dólares.
Momón vivía desde hace aproximadamente un año en el 793 de la calle Vesalio, en San Borja, pagando un alquiler de 1,100 dólares. Allí estaba el eventual calabozo para sus víctimas y su centro de operaciones.
Cuando la Policía llegó a la casa, tras el operativo, encontró a Hermoza sobre un colchón, encadenado a las patas de una cama. Y además todo un arsenal: dos fusiles AKM, una subametralladora, una escopeta retrocarga, 30 granadas y más de 500 municiones. También carnets de identidad y sellos, además de placas adulteradas de autos.
EL RASTRO DE LOS DOLARES
Desde que ocurrió el primer asesinato de cambistas, el 3 de noviembre del año pasado, sólo había crecido la sensación de impunidad. Ocho meses después de ese primer crimen, no había resultados de una efectiva investigación policial. Sólo una lista de once cambistas muertos.
La nueva legislación sobre seguridad ciudadana se dio en este contexto de miedo en las calles. De hecho, el Decreto Legislativo 895, sobre Terrorismo Agravado, se publicó en El Peruano el 23 de mayo, el mismo día que morían en Higuereta dos cambistas más.
Fiscal militar Sergio Casana (con bigotes), durante la detención de "Charún". La Marina de turno.Ahora se sabe que todos esos asesinatos (doce en total) los cometió la banda de Momón, con el simple propósito de contar con "caja chica", para pagar el alquiler de la casa samborjina y para financiar su industria del secuestro.
La Policía no dejó de sorprenderse cuando lo capturó, pues se pensaba que estaba preso. El general Raúl Cubillas, jefe de la DININCRI, recordaba haberlo enviado a prisión en 1988, justamente acusado de secuestro.
Momón entonces habría escapado, aunque en marzo de 1993 nuevamente lo mandaron a prisión. Salió del penal de Cachiche, aparentemente por la puerta grande, apenas tres años después, pese a tener una condena de 20.
LOS OTROS ACUSADOS
Ahora bien, una vez que Momón está capturado, convicto y confeso, ¿qué pasa con José Luis Carrasco Chinga, Wilton Aníbal Pacheco Nichos y Francisco Dávila Arroyo, acusados de las muertes de los cambistas del Ovalo Higuereta, Risso y el Centro Comercial Ebony?
Se convirtieron en sospechosos porque hubo testigos que los reconocieron en un archivo fotográfico de la Policía. Fueron detenidos después del asesinato de Ramón Gallegos de la Cruz y Ricardo Apaza Quispe en el Centro Comercial Surco, el 5 de junio. No se les encontró ni armas, ni dinero, ni pertenencias robadas a los cambistas.
Un trío feroz. Percy Vergara, "Narizón" y Santiago García, "Risitas". Jorge Campos Milla, "Momón". Unidos por el crimen.
Otro de los testigos, detrás del vidrio que se usa en estos casos para las confrontaciones, reconoció a Dávila. Luego, cuatro personas afirmaron por escrito que él, Carrasco Chinga y Pacheco Nichos eran los asesinos de los cambistas. Además, la prueba de absorción atómica, para hallar huellas de pólvora, resultó positiva en el caso de estos dos últimos.
Los tres pasaron para ser juzgados en el Consejo Supremo de Justicia Militar (CSJM) el 22 de junio. Un día antes, el general Guido Guevara había mencionado este caso, en medio del debate sobre los decretos de seguridad ciudadana, defendiendo la competencia del fuero militar.
EL CSJM EN ACCION
En pocos días, tanto "Momón" como
-Juan Santiago García Gonzales, "Risitas",
-Percy Vergara Yacilla, "Narizón",
-Abel Guevara Valle y
-José Luis Masías La Torre,
sus secuaces, serán pasados también al fuero militar. Lo mismo que "Chalaco", "Charún" y "Tata". Todos son candidatos a la cadena perpetua.
Curiosamente, en dos de estas diligencias -las de "Charún" y "Momón"- quien ha aparecido como fiscal ha sido el capitán Sergio Casana, de la Marina de Guerra del Perú. Versiones oficiales sostienen que se trata de una simple coincidencia, pues como ocurre con los edecanes, en el CSJM se turnan las tres armas.
El arsenal encontrado en la casa de "Momón". Desde AKM hasta granadas, pasando por subametralladoras. Derecha: estampitas y libro también encontrados en el lugar. Las paradojas del hampa y de la vida.
Casana, un abogado asimilado a dicha institución que prestó servicios como fiscal militar en la zona del Ucayali, ha tenido, digamos la "suerte" de estar de turno cuando se realizaron dos capturas importantes. A sus 34 años, se ha tocado con una responsabilidad sumamente grande.
Cuenta, además, con todas las facilidades que no tuvo, en su momento, la doctora Ana Santa Cruz Villanueva, encargada de ver el caso Hochschild. A ella la Policía no le permitió estar presente en las diligencias y ni siquiera se le envió la necropsia del empresario minero.
Surgen, de otro lado, algunas preguntas relacionadas con el fuero militar. ¿Por qué "Chalaco" y "Los Injertos" serían juzgados allí, si cuando cometieron el secuestro de Hochschild, el 5 de mayo, aún no se promulgaba el decreto legislativo que crea la figura de "terrorismo agravado"? ¿Qué pasará con Carrasco Chinga, Pacheco Nichos y Dávila Arroyo, quienes ya están siendo juzgados y se declaran inocentes?
El juez del CSJM enviará su informe sobre estos tres acusados a un fiscal militar a más tardar el próximo 22 de julio, y éste decidirá en 48 horas si los acusa o no. Los reflectores están puestos sobre el paquete de decretos sobre seguridad ciudadana. El pronóstico todavía es reservado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario