sábado, 2 de mayo de 2009

Puno se queja de la delincuencia

Kevin Moncada Xespe

LA COLUMNA DEL EDITOR

La región Puno se torna cada vez más insegura
http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=18&txtSecci_parent=&txtSecci_id=71&txtNota_id=25197

PUNO | Con el cuento ese de que las discotecas, a las que un funcionario edil de Puno, en una resolución, las llamó "casas de tolerancia", se divulgó que éstas eran las que sembraban caos, robos impunes y actos delincuenciales de toda índole.

No estamos en defensa de esos locales -como sostienen algunos vecinos-, lo que hemos cuestionado, es conminar a la juventud puneña a las calles, porque no se definió dónde deberían funcionar; por más que sean antros nocturnos, no basta con el cierra puertas.

Ojalá que el ahora libertinaje callejero no llegue a mayores. Lo de las discotecas y los "gamberros", ahí lo dejamos.

Ahora nos ocuparemos de la ola de latrocinios y atentados contra la propiedad privada; asaltos callejeros, violaciones, robos en cabinas de internet, crímenes sin resolver, peleas de propios policías y el espectacular robo en la tienda de artefactos eléctricos La Curacao, entre otros.

La racha delictiva en Puno parece ahondar en vez de frenarse y también las inconductas funcionales en la propia policía, cuyos efectivos son paradójicamente los que terminan siendo capturados por actos que lindan con la seguridad y el decoro.

Ahora último, la sospechosa actitud de unos oficiales, que justo en el día que se dictó el mandato de detención contra dos malos policías -procesados por narcotráfico-, les dieron vacaciones. Esta pareja de lacras de esa institución, ahora son prófugos y de seguro están disfrutando los "días libres" que les regalaron. Esperamos que esto sea una coincidencia, aunque los hechos debilitan esa teoría.

Qué podemos esperar si los llamados a darnos seguridad son los primeros en romper las reglas; los que deberían patrullar las calles, se internan en lugares nocturnos -ejemplo de ello y de manera exagerada se da en La Rinconada-; los que deberían custodiar un puesto policial se van de parranda y se embriagan sin ningún temor.

Ojo, no estamos haciendo escarnio de la Policía, menos inflando sus malas conductas, pues cuando realizan acciones dignas de ser enaltecidas, lo hacemos y con orgullo.

No pedimos una guardia pretoriana, sino que la que tenemos, endeble y mal instruida, actúe con vocación y desprendimiento, que justifiquen sus sueldos. ¿Es mucho pedir?

Al general Horacio Huivín Grandez, director de la XII Dirtepol Puno, no le vamos a decir qué hacer. Los años que pasó en los cuarteles y su trayectoria en las unidades tácticas en la capital deberían mostrar resultados, pero no éstos.

Ayer egresaron de la Escuela Técnico de PNP de Puno, 27 nuevos suboficiales, los cuales irán a las calles, esperemos que así sea, que no sean enviados a gastar los asientos, porque la anterior promoción aterrizó en unidades especiales y lógico no sabían de qué se trataba... ¡Deben ir a las calles!

El constante atentado contra la propiedad privada se ha convertido en pan de cada día, la ola creciente y batiente de inseguridad en que se vive, modulan al altiplano para que se torne en tierra de nadie.

Y como colofón, podemos asegurar que existe un Ministerio Público remolón, que en lugar de pedir detención inmediata, deja a la larga y soporífera "investigación a nivel policial", para que el delincuente o los "delincuentes" pasen las de "Villadiego", y cada víctima se aburra de los paquidermos trámites.

Nuestra Policía debe ser congruente con lo que señala la estrofa de su himn "eres pueblo hecho Ley por el orden interno, por la vida y la paz donde exista el peligro, donde clame el dolor, siempre habrá un Policía, presto a servir, listo a morir por el Perú".

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