Manta: Señito no se dejó robar

Los asaltos en motos y la valentía de una mujer

Lcdo. Jarvin Cantos García
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Todos tenemos derecho a vivir en dignidad y con respeto, más aún cuando la Constitución así lo establece y las situaciones de valores normales así lo plantean.

Hoy en día es normal observar y padecer cómo algunos ciudadanos son víctimas de asaltos, que en plena calle se baje de una moto un delincuente con pistola en mano y le quite lo que usted carga, cartera o su maletín, como pertenencia personal y las autoridades ni por enteradas, y en pocos casos estos individuos son detenidos pero a los pocos días son dejados en libertad y vuelve la zozobra en las vías, sin que se haga algo por detener este auge delincuencial.

Por todos los lados se habla de seguridad y los resultados son desastrosos por la poca eficiencia de aquellos que están en la tarea de darnos protección ciudadana, como la Policía, el Municipio, y las autoridades que imparten las leyes, nadie sale al frente de este gran problema y buscar alternativas que en algo solucionen esta plaga de la sociedad, si solamente aquí en Manta se establece que mas de treinta asaltos se realizan a diario, pero en su mayoría ninguno de los afectados presenta la denuncia, porque es en vano y el que va a realizar la investigación le pide dinero para que ello se lleve a efecto, donde como siempre solo un milagro se puede esperar para que usted recupere sus pertenencias.

Esto que les voy a comentar es de película, una compañera de trabajo, su nombre Electicia, en días anteriores, conjuntamente con la maestra Alexandra Gutiérrez buscaban una farmacia para adquirir medicamentos, conjuntamente con el esposo de Electicia como lo es el buen amigo Luis Torres, ex militar retirado, quedándose en el carro que conducía a la espera de su esposa, al minuto aparece una moto en la ave 24 por las inmediaciones del ex Hospital, de donde se baja un delincuente para arrebatarle la cartera con un revolver en una mano y en la otra un dólar, para simular que iba a comprar alguna pastilla y no despertar sospecha, en ese momento ella valientemente comenzó a forcejear con el delincuente, ella en su desesperación le agarra la mano donde el individuo tenia el dólar y se lo quita.

Al observar el dueño de la farmacia esta escena agarra un bate con el objeto de defenderla, ya que este mismo delincuente le había asaltado en días anteriores, al percatarse el malhechor se da a la fuga, sin el dólar ni la cartera. Gracias a Dios fue una desgracia con suerte ya que la valerosidad de mi compañera pudo haber ocasionado una reacción fatal por parte del delincuente ya que esta armado, pero resulto con algunos golpes por efecto de la caída, mientras tanto su esposo no se percató de lo ocurrido por que su vehículo estaba estacionado unos metros mas adelante.

En algún momento intentamos ser concejal, para poder sugerir ciertas experiencias que hemos vividos en algunos países pero la inmoralidad no nos permitió aquello, no es posible que ha nadie le interese la inseguridad que vivimos diariamente y la mayoría de estos asaltos se los realiza en motocicletas.

Señores de la policía, del municipio, de la justicia cuanto mas esperamos para implementar lo que se da en el hermano país de Colombia, donde todo motociclista para poder circular debe tener un chaleco con un número el cual los identifica, el que no posee este chaleco es detenido, y de esta manera se ha rebajado considerablemente el robo y el sicariato, mientras tanto a mi compañera no le ha alcanzado el dólar para poder reponerse del susto y los golpes que sufrió al caer cuando forcejeaba con el delincuente.