lunes, 18 de mayo de 2009

El frustrado secuestro del hijo de Magaly Medina

A continuación, la versión de Ojo

CONFIRMAN QUE "ARNOLD" Y BANDA LO TENÍAN EN LA MIRA

Querían 4 millones por hijo de Magaly
http://www.ojo.com.pe/nota.php?nota_id=47962

“Arnold” utilizaba varias identidades para burlar a las autoridades y se daba la gran vida en la playa de Huanchaco. En la actualidad se encuentra preso por secuestro y sería condenado a 30 años de cárcel.

La organización criminal denominada Los malditos del FAL planificó secuestrar a Gianmarco Mendoza, hijo de la polémica periodista Magaly Medina, e iban a solicitar por su libertad la suma de cuatro millones de dólares.

Así lo confirmó el coronel de la División de Secuestros de la Dirincri, Jorge Mejía Azansa, a un programa de televisión.

Dijo que se han encontrado evidencias que así lo confirman, como croquis, direcciones y los reglajes que hacían, lo que lleva a pensar que Gianmarco estaba en la mira de los secuestradores, mientras su progenitora se hallaba presa en el penal Santa Mónica de Chorrillos.

Refirió que la oportuna intervención de los investigadores y del personal de Inteligencia de la Policía lograron frustrar el plagio del hijo de Magaly Medina, ya que se capturó a la totalidad de sus integrantes de la banda.

La policía corroboró nuevamente la versión del secuestro del hijo de Magaly tras la detención del cabecilla de la organización criminal, Juan de Dios Hernández Arrieta (a) Arnold o Colombiano, a quien se le atribuye 14 secuestros ocurridos durante diciembre de 2008 y abril 2009.

El cabecilla de Los malditos del FAL negó que haya planificado el secuestro del hijo de la conductora de televisión Magaly Medina, pero se sabe que el mismo le fue encargado desde el penal de Lurigancho.

Arnold fue detenido la tarde del pasado 21 de abril 2009 en Punta Negra. Según la policía, tenía en su poder un fusil automático ligero FAL calibre 7.62 con sus respectivas cacerinas, abundantes municiones y una pistola Pietro Beretta.

De acuerdo a las indagaciones, Los malditos del FAL se desplazaban en dos vehículos modernos en las zonas exclusivas de Surco, San Borja, La Molina y San Miguel, donde escogían a sus víctimas de entre quienes se desplazaban en lujosos vehículos último modelo.

Luego le hacían un seguimiento y en el momento que ellos creían oportuno los secuestraban y pedían la recompensa a sus familiares. En un caso obligaban a vender el carro y a las víctimas.

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