miércoles, 12 de agosto de 2009

Video: Policías asesinados


Videos tu.tv


Fuente:

http://www.tu.tv/videos/asesinato-de-policias

http://www.playamelenara.com/indexvideo.php?ampl=2611&irasn=Polic%C3%ADas&irasn2=Violento&put=1

A continuación, informe de www.elsiglodetorreon.com.mx sobre el tema

miércoles 01 de nov, 2006

Aumenta número de policías asesinados en sexenio foxista
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/243987.aumenta-numero-de-policias-asesinados-en-sexe.html

El asesinato de policías y la impunidad que prevalece es un desastre nacional e institucional y ya no asombra a nadie, afirman tres especialistas en seguridad pública

EL UNIVERSAL

MÉXICO, DF.- En el actual sexenio fueron asesinados 65 miembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI) -casi un agente por mes- y en los últimos diez meses, 128 policías estatales o municipales; crímenes en su mayoría hasta hoy impunes. La cifra contrasta con las de la FBI en Estados Unidos, que en un siglo sólo perdió a 49 de sus agentes, muertes casi todas aclaradas.

En México ninguna corporación queda a salvo. Los asesinatos de policías se cometen con una alta dosis de violencia y crueldad, pues no sólo mueren acribillados, ahorcados y quemados, sino que ahora hasta son decapitados.

Incluso, hay cifras de oficiales muertos en los estados que superan el número de elementos de la AFI caídos en el actual sexenio. Por ejemplo, en Sinaloa asesinaron a 113 policías locales en el mismo lapso. En Baja California, Guerrero y Michoacán, sólo en los últimos diez meses fueron ejecutados 82, seis de ellos decapitados.

La situación es de tal magnitud que expertos en temas de seguridad pública lo califican como un "desastre nacional". De hecho, el mayor número de policías caídos -128 este año-, se produjo en las policías municipales de los estados, donde el narcotráfico y el -narcomenudeo- operan con mayor fuerza.

Así, resulta cada día más peligroso pertenecer a corporaciones policiacas en Baja California, Tamaulipas, Michoacán, Guerrero, Sinaloa y ahora hasta en Nuevo León. En esas entidades, según informes de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), los cárteles de la droga se han infiltrado y tienen sometidos a los cuerpos policiales y a sus mandos.

El drama dentro de los cuerpos policiacos municipales -según informes de la PGR- llega al grado de que muchos de los crímenes contra uniformados son cometidos por sus propios compañeros, quienes se convirtieron en aliados de la delincuencia. La infiltración también se da en el ámbito federal, sólo basta recordar el asesinato de agentes de la AFI en Cancún, Quintana Roo, en febrero de 2005.

La muerte para los policías federales o locales puede venir por motivos como

-incumplir tratos inconfesables con la delincuencia,
-investigar, buscar o hasta molestar algún capo o jefe de las mafias, según los propios policías.

Sin embargo, analistas en materia de seguridad señalan como parte de las causas la falta de preparación, control y supervisión de los elementos policiacos.

Política antidesastre

Para entender el desmesurado aumento de asesinatos de policías en México, se debe partir del crecimiento del -narcomenudeo- a nivel nacional, explica el investigador y autor del libro El modelo institucional de la Policía investigadora, Arturo Yáñez Romero. "Esta es una de las causas por las cuales las policías, en especial las municipales o preventivas, están sufriendo el embate de la delincuencia organizada y sus sicarios".

La debilidad de la PGR y del Estado para enfrentar el narcotráfico y el "narcomenudeo", son parte de la explicación de este fenómeno, añade Yáñez Romero, y con él coincide Moisés Moreno Hernández, doctor en Derecho y director del Centro de Estudios de Política Criminal y Ciencias Penales (Cepolcrim) y ex subprocurador de la República.

Y ni hablar, dice el doctor en Seguridad Pública y ex fiscal antisecuestros de la PGR, Ernesto Mendieta, de la indefensión institucional que tiene a los policías de todos los niveles en una situación de debilidad por la mala capacitación, la nula planeación y la falta de estructuras institucionales "bajos salarios y escolaridad, requisitos mínimos y otros" que les den certeza y seguridad profesional a los oficiales.

Éstas son, dicen los tres expertos en materia de seguridad pública, las vertientes que nos ayudan a entender por qué actualmente hay un gran número de policías federales y locales ejecutados "particularmente en los últimos dos años" y que el mayor número de víctimas sean policías o jefes de policías municipales.

Vaticinan que quizá esté por venir lo peor si no se aplica una "política antidesastre" que permita la protección y salvaguarda de los policías, lo mismo que el combate eficaz al crimen organizado.

ATACAN LOS NARCOS

Desde luego aquí también se abren otras interrogantes. ¿Por qué cada día hay más muertos en las policías municipales si ellos no tienen facultad alguna contra la delincuencia organizada y el narcotráfico, atribución que sólo corresponde a la PGR?

Al respecto, Yáñez Romero, quien fue asesor del Sistema Nacional de Seguridad Pública, comenta que en la medida que creció el "narcomenudeo" y se acentuaron las disputas por el control de plazas, el servicio de protección a los delincuentes se trasladó de los policías federales a los municipales.

"El traslado del servicio de protección pasó a las policías municipales porque estas corporaciones sí tienen una cobertura geográfica municipal total y sí pueden garantizar la protección tanto para la venta como para el paso de la droga por cualquier ciudad, lo cual no pueden hacer policías federales", afirma el también doctor en Ciencias Penales por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).

De esta forma, añade Yáñez Romero, las policías municipales sufrieron la total penetración de los cárteles y el caso paradigmático es el de Tijuana, Apatzingán y Nuevo Laredo. "Ante un gran poder, como sucede ahora con el narcotráfico y el "narcomenudeo", las policías municipales siempre han sido endebles y hoy se ha visto de una manera dramática esta debilidad con las "ejecuciones" de oficiales", apunta el también catedrático del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).

Incluso, propone que la PGR pueda crear una fiscalía especial para resolver las ejecuciones de los policías asesinados. La PGR, asegura, lo puede hacer puesto que siempre estas ejecuciones han sido con armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, pero hasta ahora no lo ha hecho, ni tampoco ha aclarado la mayoría de los casos de muertes de agentes de la AFI.

"La muerte de policías y la impunidad que prevalece en ella es un desastre nacional e institucional y es urgente acabar con este ciclo perverso, porque cada día que pasa sin que a nadie le interese se generará mayor impunidad, y a mayor impunidad mayor violencia", comenta quien fuera asesor de la Subprocuraduría de Coordinación General de la PGR.

MUERTE DE POLICÍAS, PROBLEMA SOCIAL Y ÉTICO

El asesinato de policías ya no asombra a nadie. Parece que se volvió parte del entorno de violencia. En opinión del doctor en Derecho por la Universidad de Bonn, Alemania y presidente de la Academia Nacional de Ciencias Penales, Moisés Moreno Hernández, la muerte de policías es también un problema ético, no sólo un problema de Ley, presupuestos o de armas, es un problema de responsabilidad sobre la vida y la muerte de estos funcionarios públicos.

Es lamentable que mueran policías, pero eso también se debe a la pérdida que van teniendo los valores que han regido tanto a nuestra sociedad como a las instituciones, "porque pareciera que la vida no vale nada", destaca, y añade que la gente se va acostumbrando a que con frecuencia haya muertos y ya no reacciona negativamente en contra de eso, sino simplemente piensa que es un muerto más que no importa.

Todos debemos ponerle un freno a esa situación, aunque también hay que decir que la sociedad no reacciona porque ve que el Estado no hace nada, no sólo ante muertes de policías sino ante la muerte de cualquier persona. Todo eso va haciendo que se vaya perdiendo el valor de la vida y el interés por su respeto, comenta el autor del libro Política criminal y reforma penal: algunas bases para su democratización en México.

Ante este panorama de caos en las policías, dice, el Estado es el que no reacciona. Su única respuesta ha sido decir que están matando a los policías porque se combate drásticamente a la delincuencia organizada, el narcotráfico. Y eso de alguna manera trata de encubrir la ineficacia del propio Estado frente a la delincuencia organizada.

"No se está combatiendo eficazmente al crimen organizado y esta reacción que se observa de matar policías definitivamente no se puede aceptar que provenga por la lucha eficaz contra la delincuencia organizada", expone Moreno Hernández al insistir en su crítica a la inacción del Estado para enfrentar la crisis de inseguridad a nivel nacional que alcanza a los propios encargados de asegurar la tranquilidad, el orden e imponer la Ley.

ESTRUCTURA DISFUNCIONAL

El problema de fondo de la alta incidencia de muertes de policías en México, es que no se han establecido los elementos, las estructuras y los mecanismos suficientes para tener un servicio de Policía profesional, opina el experto en seguridad pública Ernesto Mendieta Jiménez.

Hay una desprotección institucional para los uniformados desde el momento mismo en que no están presentes todos y cada uno de los elementos para hacer de la labor policial una función social y una profesión, dice el consultor en políticas y programas de seguridad pública y asesor en seguridad privada. "Este problema se padece mayormente en los cuerpos de seguridad pública estatal y municipal", precisa.

Lo cual provoca, en consecuencia, que haya o se presenten conductas de discrecionalidad en los agentes y en las instituciones, que hacen que los oficiales se involucren con la delincuencia organizada o bien sean víctimas de ésta, añade Mendieta Jiménez. "La respuesta a la desprotección institucional que tienen los policías a nivel nacional, está en generar una carrera, un servicio civil de carrera policial y en generar leyes específicas que regulen la función policial", asegura.

La alta incidencia de asesinatos de policías en México en los últimos años, obedece a una estructura disfuncional de las policías y de la seguridad pública; no hay un sistema de Policía completo que permita el buen funcionamiento de la seguridad pública y en consecuencia, los resultados muy particulares, muy concretos están a la vista: es la muerte de los agentes o policías de seguridad.

Las soluciones para cambiar este panorama no son políticas, son medidas a largo plazo. Es decir, como los políticos quieren golpes espectaculares a corto plazo, no podemos esperar que ellos resuelvan el problema de fondo en la seguridad pública ni en los cuerpos policiacos.

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