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A continuación, la versión de El Comercio

Miércoles 11 de Noviembre del 2009

DOS ORGANIZACIONES CRIMINALES SE DISPUTAN EL TERRITORIO A BALAZOS

Ciudad de la eterna violencia

La guerra entre bandas por cobro de “cupos” genera pánico en Trujillo. Al menos 24 han muerto como consecuencia de los enfrentamientos

http://elcomercio.pe/impresa/notas/ciudad-eterna-violencia/20091111/367327

Trujillo da miedo. La gente no camina tranquila y menos por los barrios dominados por los delincuentes. El cobro de cupos por extorsiones es una triste realidad que muy pocos denuncian. Según fuentes policiales, en los últimos 20 días solo un comerciante se acercó a sentar su manifestación después de recibir una carta con tres balas en la que se le pedía que “colabore” con US$5.000 o su familia iba a morir. El lamentable silencio del resto tendría relación con los últimos enfrentamientos entre bandas que hasta el momento han causado la muerte de al menos 24 personas en los últimos dos meses. En lo que va del año, la cifra llegaría al centenar.

El coronel PNP Elidio Espinoza Quispe, jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri), sostiene que la rivalidad entre bandas en Trujillo existe desde el 2007, cuando saltó a la luz pública la primera camada de hampones que le otorgó a la ciudad su fama como una de las más peligrosas del país. Por aquel entonces habían unas 50 organizaciones, pero con el tiempo muchos de sus integrantes murieron en enfrentamientos con la policía, otros fueron capturados y el resto fugó del país. Igual, sin cabezas visibles, las bandas criminales continuaron operando.

Se presume que ahora existen al menos 20 grupos delictivos. De ellos, el de más renombre se denomina

-“Los Malditos de El Triunfo”,

banda que agrupa a varios de los remanentes de organizaciones del pasado. La policía sostiene que

-Segundo Samuel Correa Gamarra, “Paco”,

su líder, es el responsable de los asesinatos producidos en las últimas semanas como parte de su lucha por tomar el control de las extorsiones en los distritos de La Esperanza —antes gobernado por “Los 80”— y El Porvenir, territorio de “Los Pulpos”.

SON TIEMPOS VIOLENTOS

En las últimas semanas varios pequeños extorsionadores han muerto. El último, hasta el momento, es

-Julio César Salinas Castillo, “Tufo”,

quien murió acribillado el último domingo. Aún se investiga si fue “Paco” quien asesinó a este miembro de “Los Pulpos” o si fue un ajuste de cuentas de su propia organización. En la misma acción criminal falleció Juan Vásquez Villanueva, de 38 años, un taxista que tuvo la mala suerte pasar por ahí en el momento equivocado.

La policía sostiene que “Paco” ahora está a la caza de las cabezas de las grandes organizaciones rivales. Lo ocurrido el 1 de noviembre sería una muestra de lo que viene pasando en el mundo del hampa. Dos comerciantes murieron después de que unos delincuentes dispararan desde un mototaxi a un grupo de personas que participaban en una pollada. Pero los objetivos no eran los negociantes, sino sus acompañantes: por su seguridad —cuenta la policía— las víctimas habían solicitado protección a “Los Pulpos”. Nilton Cruz Arce, miembros la banda, fue uno de los heridos.

Tras ser atendido en una clínica local (cuentan que el establecimiento fue tomado por sus secuaces y que una mujer que estaba a su lado amenazaba con una pistola a las enfermeras) y ser sacado como muerto para evitar ser identificado, Nilton anunció a través de sus voceros que su padre y su hermano, cabecillas de “Los Pulpos” ya estaban al tanto de lo sucedido y habría revancha. El asesinato de “Tufo” podría ser una advertencia. Aunque “Paco” negó en un diario local ser el responsable de ese y otros atentados, la policía sostiene que existen pruebas y testigos que lo incriminan.

Esta guerra recién comienza, señalan los agentes de criminalística. Lo peor es que poco se puede hacer si la gente no toma conciencia de que pagar unos cuantos soles no asegura una mejor calidad de vida. Vivir con miedo no es una buena alternativa. Pero tampoco lo es que las autoridades no hagan nada contra aquellos que ya están identificados y que siguen creando zozobra en al ciudad, como aseguran varias víctimas que prefieren no ser identificadas. Es que, en estos tiempos, Trujillo da miedo.

EN PUNTOS

Las bandas cobran cupos por “protección” a transportistas y comerciantes. El precio suele superar los S/.3 por día y el pago puede ser mensual o diario.

También se realizan extorsiones telefónicas. En estos casos el pago que reclama suele ser de S/.200 o S/.300.

Los delincuentes también han incursionado en el tráfico de terrenos. Ofrecen “protección” a los propietarios o simplemente invaden predios.