Cómo actúan los cogoteros

Exportando modalidades de robo

Un artículo de www.associatedcontent.com, por Carlos Cabezas Lopez
Madrid, September 04, 2007

Dentro del ámbito de la delincuencia, se hace fuerte una modalidad delictiva que antepone la rapidez y los botines escasos sobre la planificación desmedida, este modus operandies el utilizado por los "cogoteros".

La razón del éxito de esta modalidad reside en que con una pequeña infraestructura y un poco de violencia pueden obtener dinero instantáneo, eligiendo a víctimas de edad avanzada o estado físico deteriorado.

Al igual que en otras prácticas de índole similar, como pueden ser el conocido "timo de la mancha", el modus operandi se repite. Todo comienza en un banco. Ahí se encuentra un informante, que realizara el primer paso y "marcará" a la víctima. Éste escogerá a una persona preferentemente de aspecto físico débil, de edad avanzada y que parezca totalmente vulnerable. Pero primero, deberá asegurarse que su futura víctima halla extraido una suma de dinero en efectivo acorde al golpe que pretenden ejecutar. Después comunicará al resto de la banda, que se encuentran fuera del banco, quien será el objetivo y, con un rápido gesto, señalará la parte del cuerpo dónde lleva el dinero.

Los asaltantes, en grupos reducidos de tres o cuatro personas, seguirán a la persona durante su trayecto, esperando llegar a una zona de menor tránsito, donde puedan actuar con tranquilidad. Una vez que la tengan a mano y lejos de la entidad bancaria, la rodearán y le propinarán un fuerte golpe en la nuca y cuello (de ahí el nombre de la técnica) que la dejará inconsciente. Así le robarán sus pertenencias y se darán rápidamente a la fuga.

Constitución de las bandas

Los grupos que efectúan estos delitos están totalmente organizados y no solamente ejecutan esta clase de asaltos, sino que también se dedican al "robo tradicional", al empleo de diversos timos, estafas y hasta incluso a la duplicación de tarjetas de crédito y delitos informáticos.

Las nacionalidades de los delincuentes suelen ser siempre las mismas: chilenos, argentinos y cubanos, generalmente sin papeles. Gente que ya ha empleado estas estrategias en sus países de origen y ya posee experiencia en la técnica.

Se calcula que cada grupo de ataque está formado por tres o cuatro personas, pero que cuentan con varios miembros más cumpliendo tareas de apoyo y, probablemente, efectuando otro tipo de delitos. Todo tiene que funcionar a la perfección y cada persona que constituye la banda tiene que ser consciente que cumple una función en la jerarquía que hay que respetar. Pero, de todos modos, son grupos que poseen escasa capacidad logística e infraestructura, lo que les impide abordar objetivos mayores. Es muy frecuente que, dentro de este tipo de organizaciones, haya mujeres atractivas implicadas, ya que despiertan menos sospechas y sirven de señuelo para abordar a las víctimas con mayor facilidad.

Números alarmantes

Esta práctica -importada de Sudamérica- se esta extendiendo alarmantemente en España y las denuncias por este tipo de hechos se estan volviendo frecuentes. De hecho, la Policía Judicial del distrito Centro de Madrid recibe unas cinco o seis denuncias al mes por este tipo de robos.

Algunos casos presentan más gravedad que otros. Es que la ejecución de esta maniobra a veces se torna excesivamente violenta y llega incluso a cobrarse victimas mortales. Hay que recordar el caso del ebanista Bautista Monje, que falleció en Madrid a causa de un violento golpe en la nuca, al ser abordado por una pareja de cogoteros.

Se estima que cada golpe ejecutado por estas organizaciones delictivas les proporciona un botín que oscila entre 5.000 y 10.000 euros. Incluso se han llegado a denunciar robos que superan los 20.000 euros o de joyas por valores muy elevados. Asimismo, fuentes policiales consideran que, actualmente, hay alrededor de una decena de grupos operando en Madrid y zonas proximas. Como lugar de operación, escogen siempre la zona centro de las ciudades, donde se encuentra el mayor movimiento de dinero.

Se calcula que el intervalo entre los días 25 y 1 de cada mes, momento en que los ancianos suelen cobrar sus pensiones, es el período de mayor actividad de este tipo de organizaciones.