domingo, 1 de febrero de 2009
"Tiempos Sangrientos". Informe de hace más de 10 años de Caretas
Caretas: Tiempos Sangrientos
1998, Fotos de Caretas No.1503
Una incontrolable ola de asesinatos, secuestros y robos azota Lima con más furia que el mismo niño.
El empresario alemán Manfred Bernard Flor Kerman, de 50 años, dueño de la empresa de transportes "Chimú", asesinado el pasado 27 de enero. La violencia en Lima hace trizas los mecanismos de protección.
...Numerosas bandas, integradas en su mayoría por jóvenes desadaptados que no miden el peligro y creen que portando un arma son invencibles, esparcen la violencia por la ciudad. Entre el miércoles 4 y el viernes 6 de febrero, 6 asesinatos se han cometido con pasmosa sangre fría en las calles de Lima.
Existe en la capital un promedio diario de doce secuestros al paso, veinte robos de autos y treinta asaltos a residencias. Armas de todo calibre se alquilan en el mercado negro y muchas veces son malos elementos de la PNP o de las FF.AA. los ofertantes.
Las cifras son alarmantes y por más empeño que ponga la Policía, por más entrenamiento y equipamiento que se le dé, es muy difícil luchar contra un enemigo que se multiplica a tal velocidad.
SEGUN la Dirección de Investigación Criminal de la Policía, las bandas que actualmente se dedican en Lima a los asaltos o secuestros al paso están, en su mayoría, conformadas por adolescentes o jóvenes desocupados que no tienen temor al peligro y que consiguen armas alquiladas en el mercado negro a precios relativamente bajos (Ver recuadro).
Actúan drogados. No les importa el monto que van a obtener, si es suficiente para pasar el día. Las estadísticas indican que, pese a que se han capturado y desarticulado unas l7 bandas, éstas se reproducen rápidamente. Sus lugares de procedencia son generalmente El Porvenir, Comas, La Victoria, El Rímac, San Juan o El Agustino.
Por lo general son tres o cuatro los que realizan un asalto. Lo primero que hacen es tomar un taxi, al conductor lo reducen y lo esconden en la maletera, o lo dopan y lo encierran en algún cuarto.
Casi siempre escogen un auto nuevo, con el que se ponen a rondar por zonas residenciales o cerca a un centro comercial. Muchas veces se instalan también frente a un cajero automático, desde donde observan a sus futuras víctimas. No conocen sus identidades hasta que les exigen sus documentos y todos los objetos de valor que lleven consigo.
Según la policía, son pocas las víctimas que sientan denuncia.
EL ATRACO
"Cállate, carajo. Si gritas te tumbo. Obedece y nada te va a pasar. Pasa al otro carro...". Al escuchar frases como éstas, la víctima, presa de nervios, trata de pedir ayuda, pero generalmente no hay nadie para hacerlo o si lo hay, prefiere hacerse el de la vista gorda. La víctima intenta ofrecer resistencia, pero no puede. Dos armas la apuntan. Las cosas pueden empeorar si se trata de una mujer.
"Vamos al cajero. Calladita. Saca todo lo que tienes. Qué otras tarjetas tienes". Le revisan la cartera. La despojan de todo el dinero que encuentran y de sus joyas. Si los delincuentes no son muy avezados, no hay riesgo de violación. Pero se han dado muchos casos de secuestros al paso con violación, quizás una de las razones por las que escasean las denuncias.
Todo este atraco dura un promedio de una hora. Hay casos que incluyen seguimientos y días de vigilancia. Se dan cuando los delincuentes saben que pueden sacar mayor cantidad de dinero. Entre las víctimas habituales de este tipo de golpes están los administradores de bancos, o empresarios a quienes acompañan a sus casas para robarles todo lo que tengan de valor.
A SANGRE FRIA
Uno de los asesinatos que recientemente ha conmocionado al mundo empresarial fue el del empresario alemán Manfred Bernard Flor Kerman, de 50 años, dueño de la empresa de transportes "Chimú". El pasado 27 de enero Manfred se encontraba en su vehículo circulando por Miraflores, en compañía una amiga, cuando fue interceptado por tres sujetos de unos 25 años.
Según testigos, el alemán opuso resistencia y, aunque finalmente fue reducido, es casi seguro que se negó a entregar dinero a sus captores, quienes a quemarropa le disparon en la cabeza y lo dejaron por las inmediaciones de la huaca de Mateo Salado, en Pueblo Libre.
Por lo general una banda de secuestradores no mata a su víctima, pues de alguna manera tiene que recuperar lo "invertido" y sacar alguna utilidad de la operación.
LA VIOLENCIA EN LIMA
Otro crimen que también ha conmocionado el ámbito empresarial es el homicidio del empresario textil Feliciano Jiménez Valle, ocurrido el pasado 4 de febrero en San Miguel.
Jiménez, quien exportaba telas y tenía una fábrica en Gamarra, recibió cinco balazos. Aunque el móvil, según la Policía habría sido una venganza, no se descarta un secuestro al paso.
No es el único empresario textil de Gamarra asesinado en los últimos meses; anteriormente lo fue Lizardo Soto Escobedo.
Sus muertes, así como las de algunos dirigentes de los comerciantes de esa zona ocurridas en los últimos doce meses, no han sido esclarecidas.
En los últimos cinco días ocurrieron otros asesinatos. El comandante EP Héctor García Chávez, quien había participado en el rescate de los rehenes de la residencia japonesa tomada por el MRTA, fue atacado por cinco sujetos en la playa de la Costa Verde. Su acompañante, la modelo Rubi Berrocal, quedó secuestrada por una hora en manos de dos asaltantes. Los delincuentes regresaron y le preguntaron a la modelo por la pistola del oficial. Una vez con el arma en su poder se dieron a la fuga. El cuerpo del comandante fue encontrado al día siguiente, a la altura de la Escuela de Oficiales de la PNP, en la Campiña. Tenía el impacto de un balazo en el tórax, a la altura del corazón. En ese lugar había sido herido García, cuando ingreso a la residencia. A Rubi Berrocal le robaron su billetera y su celular.
Esta ola de crímenes y asaltos demuestra una vez más lo peligrosas que son hoy las calles de Lima.
El 6 de febrero también fueron asesinados en San Borja y a plena luz del día los cambistas Saturnino Medina Blas y Paul León Nahicapa. Igual suerte corrió la empleada de un grifo de San Juan de Miraflores, Maura Ancashi. En todos los casos, las víctimas se opusieron a ser asaltadas.
Otro crimen reciente tuvo como víctima al funcionario del Ministerio de Salud, John Nagahata Susaníbar, el 5 de febrero. El homicidio en este caso ha sido resuelto. El autor fue Eduardo Tafur Núñez, quien cegado por los celos asesinó al funcionario al encontrarlo con su esposa Miriam Gutiérrez Heredia.
CIFRAS QUE MATAN
Las cifras sobre el incremento de la delincuencia son altas. Se tiene reportado un promedio de doce secuestros al paso diarios. Sin contar con los otros tipos de delito, como robos en las distintas modalidades y homicidios.
Si bien es cierto que la Dirección de Investigación Criminal ha descentralizado sus direcciones, ya que en cada área policial de Lima se cuenta ahora con personal especializado para la captura de estas bandas, esto a veces se hace casi imposible porque constantemente son nuevos los rostros de los delincuentes a los que se debe buscar. Y muchas veces se trata de individuos a los que sólo se los conoce por sus alias.
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Se Alquila
Armas de todo calibre en el Mercado Negro.
"Tío, necesito unos fierros, cortos y largos. Somos seis puntas. Todos es por seis horas. Tenemos todo luqueado. Somos ganadores. Hay buen billete. No hay pierde...".
Más o menos así son los diálogos con que se abren las negociaciones para alquilar armas.
El mercado negro es sumamente informal. No hay punto fijo. El encuentro se hace en algún bar o restaurante y siempre es por recomendación de algún "faite" -delincuente-. Quienes alquilan las armas no se dan a conocer fácilmente. Muchas veces se trata de policías o militares dados de baja. También se presenta el caso de "testas", amigos o familiares de algunos malos policías que entregan sus armas en alquiler.
Una pistola Star o Beretta por una mañana cuesta entre l50 y 200 dólares. Por los revólveres, armas cortas también, se paga unos l00 dólares. Por las armas largas como el AKM se paga entre 300 y 500 dólares. El M l6, una arma pesada usada por ejemplo en el asesinato de Nora Ruiz y su hija Melissa, cuesta entre 500 y 700 dólares. El HKG3, arma pesada raras veces usada pero con la que contaban "Los Destructores" y "Los injertos", cuesta entre 800 y l000 dólares.
La caja de 50 municiones, según ha comprobado la Policía en sus investigaciones, se compra a un precio de entre 25 y 30 soles.
Star y Beretta: 150 a 200 Dólares.
M 16 500 a 700 dólares
AKM 300 a 500 dólares
Algunos asaltantes tienen también granadas de guerra. Estas se alquilan a entre 30 y 50 dólares. Casi nunca son utilizadas; sólo sirven para atemorizar a las víctimas de los asaltos.
Los que alquilan armas saben que éstas van a ser utilizadas en delitos. En la actualidad existen cerca de 26 bandas organizadas. Entre ellas están las de "Los provincianos", "Los chalacos", "Los Pistoleros", "La del Cholo Cruz", "Los Faites", "Los Peperos", "La del Caballazo", "Los Injertos", "La del Che Carlitos" y otras.
Para evitarse problemas, esos delincuentes no poseen armas propias. Prefieren alquilarlas, aunque a veces el precio sea entregar el l0% de su botín. Ahora, si caen con esas armas en las manos, sus problemas podrían ser doblemente serios, pues se los incriminaría también por asaltos y crímenes que posiblemente no habrían cometido.
Cuando recupera armas, la Policía intenta rastrear su procedencia a partir de los números de serie. Pero, por lo general, ese dato es borrado. Las armas son traídas muchas veces desde las fronteras, en especial de la brasileña o la colombiana. Un AKM cuesta unos 3 mil dólares. Un M-l6 cuesta entre 4 y 5 mil dólares.
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El Angel de la Muerte
Las andanzas de un joven criminal.
EN su barrio de El Agustino, lo conocen como "Pachulli". Responde al nombre de Alexander Peralta Otero y tiene 21 años. Sus camaradas de juerga y aventuras le dicen "El Angel de la Muerte", pues nadie imaginaría que tras esa sonrisa juvenil se esconde un despiadado criminal que, a pesar de sus pocos años, ha cometido más fechorías que otros delicuentes prontuariados y detenidos en distintos centros penitenciarios.
"Pachulli" se caracteriza por su violencia. Según la Policía, de adolescente era muy trompeador y cuando llevaba las de perder, cogía un pico de botella rota con el que dejaba heridos a sus rivales. Luego se convirtió en "chavetero" y se volvió diestro también con el verduguillo. Algunos amigos que sirvieron en las Fuerzas Armadas le enseñaron a manejar armas y desde los 19 empezó a participar en asaltos a tiendas, farmacias y bancos.
Increíblemente, no conoce lo que es la prisión. Como en sus épocas de carterista y monrero era menor de edad, cada vez que lo capturaban se las ingeniaba para que lo liberaran. En algunas oportunidades les lloraba a sus captores; en otras, compartía con ellos el producto de sus fechorías.
La Policía ha comprobado que Peralta Otero ha cometido en los tres últimos meses siete secuestros de empresarios al paso. A cada víctima le ha cobrado entre l5 y 25 mil dólares.
En sus asaltos, con frecuencia se le vio con una pistola y un AKM . En el interrogatorio policial, sin embargo, ha negado ser dueño de las armas. Se las alquilaba, ha declarado, un tal "Chino Jorge", con quien contactaba en un bar de El Porvenir.
Alexander Peralta Otero (a) "El Angel de la muerte", un feroz secuestrador tras el rostro juvenil.
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