A continuación, un informe de El Comercio sobre pandillas
VIOLENCIA URBANA EN EL INTERIOR DEL PAÍS
Actos de pandillaje van en aumento en departamentos de la zona central del país
En la Ciudad Blanca, el vandalismo está muy ligado a las barras de los equipos de fútbol
En el interior del país, una de las expresiones de violencia urbana es el pandillaje. La región central no está libre y es, de hecho, una de las áreas donde el número de este tipo de casos va en aumento.
Hasta hace un par de años prácticamente no se registraban casos de pandillaje en los departamentos de Junín, Pasco y Huancavelica. Hoy, sin embargo, no es raro ver cómo la proliferación de este accionar ha motivado la formación de numerosos comités de seguridad ciudadana.
En Huancayo, por ejemplo, la Policía Nacional ha identificado diversos sectores en los que las pandillas juveniles se reúnen para cometer actos delictivos. Uno de ellos es la zona conocida como Huaytapallana, ubicada en el asentamiento humano Justicia, Paz y Vida, en el distrito de El Tambo.
Según el jefe del serenazgo de la ciudad de Huancayo, Aldo Calderón Manrique, en ese lugar, junto a un campo deportivo a medio construir, una veintena de adolescentes se congrega diariamente para luego asaltar a cuanta persona encuentren en su recorrido por las zonas aledañas.
En el mismo asentamiento humano se ha logrado identificar, a su vez, la presencia de bandas juveniles integradas por alumnos del colegio Luis Aguilar Romaní, los mismos que al salir por las tardes se enfrascan en reñidas peleas callejeras que tienen que ser controladas por miembros del serenazgo. La presencia de otros grupos de vándalos se da en los asentamientos humanos Juan Parra del Riego y en el barrio Umuto, del mismo distrito.
La policía también tiene conocimiento de la existencia de adolescentes que cometen actos delictivos en el cercado de la ciudad, concretamente en los sectores de las calles Piura, Comuneros y el jirón Huancas.
Comisarías de otras provincias de Junín también han reportado la existencia de pandillas de jóvenes que atracan a transeúntes y destruyen la propiedad pública y privada. Es el caso de Tarma, Satipo y Jauja.
EN HUANCAVELICA Y PASCO
Las autoridades policiales de Huancavelica, mientras tanto, sostienen que en la capital de ese departamento la delincuencia juvenil va de la mano con la asistencia de adolescentes a centros de diversión nocturna en los que no existen ningún tipo de control, pues en muchos de estos lugares ellos pueden ingerir drogas y alcohol sin problema.
En Pasco, por otra parte, se han identificado grupos de pandilleros en los centros poblados de la periferia, como Columna Pasco, el asentamiento humano Túpac Amaru y Tahuantinsuyo, donde decenas de jóvenes se reúnen para beber y atracar a los transeúntes, así como para destruir el ornato de la ciudad.
Barras bravas causan líos en Arequipa
En la Ciudad Blanca las pandillas están vinculadas a las barras bravas de los clubes de fútbol. En ese sentido, seguidores de Universitario, Alianza Lima, Cristal y Melgar tienen sus zonas y frecuentemente se enfrentan entre sí porque alguno atravesó la calle que le 'pertenece' al otro.
'Lolos' es una de esas pandillas. Tiene su 'territorio' cerca de los edificios Francisco Mostajo del Cercado. Los fines de semana pueden llegarse a reunir allí hasta 200 jóvenes armados de palos de béisbol, cadenas, navajas y otras armas.
En el distrito de José Luis Bustamante y Rivero el problema es similar. Las pandillas en esta zona suelen atracar a transeúntes en calles de urbanizaciones como Juan Pablo Vizcardo y Guzmán. Todo con el único fin de abastecerse licor.
Según la policía arequipeña, gran parte de estas pandillas está compuesta por menores de edad. Cuando se meten en problemas y son detenidos por la autoridad, son los padres de familia quienes terminan abogando por ellos.
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