'Justicia popular'
Leo que en el departamento de San Martín, un grupo de 'piratas' de carreteras intentó asaltar a quince vehículos en la vía 'Fernando Belaunde'.
Disfrazados de soldados y fuertemente armados, procedieron a desvalijar a los pasajeros y, como sucede habitualmente, manosearon a las mujeres en sus partes íntimas.
Innumerables veces, las más atractivas terminaban violadas.
Esa mañana, los choferes indujeron a los pasajeros a rebelarse. Algunos lograron escabullirse fuera del ómnibus y recogieron piedras. Cuando los rateros salían con su botín, los agarraron a pedradas. En solo segundos, tres delincuentes cayeron al piso y fueron masacrados por una turba histérica y harta de tantos abusos.
En esa carretera, los buses y camionetas tienen que trasladarse en convoy para evitar los robos de los 'piratas'. La policía ahora no sabe a quién culpar.
Este violento episodio me hizo ingresar al túnel del tiempo. 1612, cuando el español Lope de Vega escribió su célebre obra teatral 'Fuenteovejuna'. Allí se sentó el precedente cuando las masas terminan asesinando a alguna persona abusiva, que las agredía, en una acción 'justiciera'. En la obra, fue el comendador Fernán Gómez de Guzmán quien abusaba del pueblo, de sus mujeres. Incluso fue tan abusivo, que mandó a encarcelar -en las mazmorras del palacio- a una pareja de jóvenes recién casados. El pueblo se reunió enardecido, asaltó su palacio y lo asesinó. Su cabeza fue empalada. A sus dos criados los ultimaron las mujeres. Cuando el juez, enviado por el Rey, preguntó a la multitud '¿Quién mató al Comendador?', todos gritaron: 'Fuenteovejuna, señor'. '¿Quién es Fuenteovejuna?', preguntó. 'Todos a una, señor', respondieron, en señal que todos habían participado de la matanza. Al final, el Rey reconoció la 'justicia popular' y no hubo castigo.
En el Perú, en 1973, en la comunidad de Huayanay, conformada por 274 campesinos, asaltaron la cárcel comunal y mataron a un mayordomo de la ex hacienda que había asesinado al teniente gobernador y se dedicaba al abigeato. Entraba y salía de la cárcel como si nada, por eso los campesinos lo ajusticiaron junto a su cómplice en plena plaza. Se armó un gran debate, en esa época, sobre la validez jurídica de la llamada 'justicia popular' que se practicaba en el Ande, el llamado 'Ushanan-jampi', ley ancestral que se le aplicaba a los abigeos. Hasta Federico García hizo una película en 1980 sobre el caso. En pleno siglo XXI seguimos viendo casos que parecían enterrados en el tiempo. Apago el televisor.
Yo viajo constantemente en el sector comprendido entre Tocache y Juanjui y siempre hay atracos en esa zona, ahi te pueden mantener por mas de dos horas revisando hasta el rincon mas escondido de los carros para buscar caletas con dinero. Y si hay alguna chica bonita, la violan entre todos los delincuentes.
ResponderEliminarBuen dato. Tocache y Juanjui. A esos atracadores y violadores hay que decirles que ya la gente no se está dejando.
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