Asalto a taxistas

A continuación, la versión de El Chino

02/04/2010

“Taxistas” en la mira de la delincuencia

¡ALERTA! SEPA LAS CALLES MÁS PELIGROSAS POR DONDE NO DEBE TRANSITAR

Los taxistas deben de estar en alerta. Las últimas cifras sobre delincuencia apuntan que la mayoría de víctimas de robos a vehículos son trabajadores de transporte público.

Bandas de avezados delincuentes especializados en el robo de taxis pululan por los conos de Lima, zonas con mayor índice de asaltos bajo esta modalidad.

El mecanismo que utilizan es sencillo: se hacen pasar por pasajeros e indican un destino estratégico, que son lugares descampados, para luego obligar a los conductores a bajar del vehículo. Si sus víctimas ponen resistencia no tienen el menor reparo en asesinarlas de un disparo.

El último conmovedor caso fue el del taxista Alfredo Piscoya Obregón (50), quien fue salvajemente golpeado y arrojado desde su propio vehículo en marcha en La Victoria.

Efectivos determinaron que la víctima puso resistencia al robo porque no quiso perder la camioneta que aún le faltaban cancelar cuatro cuotas.

“Son delincuentes de alta peligrosidad que no tienen el menor temor de disparar y matar”, indicó un efectivo de la División de Robos de la Dirincri que investiga los casos de asaltos.

NUEVAS MODALIDADES DE ASALTO

La amenaza ha encontrado nuevas modalidades de asalto, esta vez hacen uso de extorsiones, en la modalidad denominada secuestros de vehículos al paso.

Una vez que consiguen llevarse el auto llaman a su víctima para pedirle una cantidad de dinero, que muchas veces supera los cinco mil soles, a cambio de la devolución del taxi.

Los estafados depositan el dinero a la cuentas indicada y muchas veces no logran recuperar el carro, explica un agente de la Policía.

“Se subió a mi vehículo una mujer y me pidió que la llevara hacia la calle Las Palmeras en San Juan de Lurigancho, SJL, cuando estuvimos por allí me indicó que avance unas cuadras más adelante. Llegué y me encontré con un lugar desolado, allí esperaban dos hombres más. La chica sacó su arma y me amenazó, mientras sus compañeros ingresaban a mi camioneta. Me amarraron de pies y manos y escaparon con mi auto. Luego llamaron a mi casa y pidieron dinero a cambio del carro. Lo único que hice fue denunciar”, indicó una víctima que prefirió reservar su nombre.