A continuación, la versión de Trome
24/03/2009
'Yoni' disparó en el ojo a niño de tres años
Por R. Hoyos
http://www.trome.com/tonline/Html/2009-03-23/ontractualidad0988934.html
Salvaje fue capturado en Pamplona y madre del bebé exige justicia.
Testigos acusan a detenido.
La justicia tarda, pero llega. Hace meses Yoni Guevara Ymbertiz (40) le disparó un balazo en un ojo a un niño de tres años en la avenida San Juan, en Chorrillos. La policía lo buscaba intensamente, hasta que ayer lo atrapó.
El 3 de agosto del año pasado, 2008, como todos los días, Delia Abad Huacaico (27) regresaba a su casa ubicada en Vista Alegre de Villa, con su hijito en brazos. Escuchó unos balazos y de pronto vio sangrar a su pequeño. Levantó la mirada y vio al autor de los disparos, al que reconoció, pero se dio a la fuga.
Ayer, a las 5 de la tarde, Yoni Guevara fue detenido en Pamplona, luego de varios días de seguimiento a cargo de efectivos de la comisaría de dicha jurisdicción. Fue reconocido no solo por la madre del bebé, sino también por los vecinos que fueron testigos del lamentable hecho. Varios de ellos fueron a declarar para que se haga justicia.
Foto Trome
'Lo conozco de vista'
"Yo conozco de vista a Yoni, siempre tenía la costumbre de disparar al aire por el barrio cuando estaba borracho. Sé que trabaja como cachinero en Pamplona", contó la madre de William Kay Navarro Abad (3), quien recibió el impacto en el ojo derecho, que le dañó la nariz y salió por el oído.
El hecho había ocurrido a plena luz del día. Cerca de las 4 de la tarde, el niño fue trasladado de urgencia al Hospital de Niño, donde, hasta ahora, ha recibido dos operaciones para reconstruir la zona cerca al ojo, el cual perdió por completo. "Todavía le falta una operación. No ha quedado bien, necesita que se le coloque una prótesis. Para pagar todas las operaciones tuvimos que realizar varias actividades (polladas) entre toda la familia y con los vecinos. Mi esposo es taxista y no podíamos costear todos los gastos y las medicinas", expresó.
Resonancias magnéticas
A pesar de muchos exámenes y resonancias magnéticas costosas, el pequeño William, como todo niño, continúa hiperactivo y juguetón, siempre al lado de su madre, de quien no se separa desde el día que lo hirieron. "Lo que yo quiero es justicia, mi bebé ya no será un niño normal, el otro año ya tiene que ir al nido y no se desarrollará como los otros niños. Su vida se ha visto truncada por culpa de ese sujeto. Los médicos me dijeron que fue un milagro que la bala le haya rozado apenas el cerebro", dijo mujer entre sollozos.
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